miércoles, 25 de marzo de 2009

DESPEDIDAS

Cada vez que me llaman para trabajar como sustituta, sé que ese trabajo va a ser temporal y por lo tanto, que mi estancia en ese centro va a ser limitada.La teoría, la sé. Es por esto que antes de empezar en un colegio nuevo, hablo conmigo misma para auto convencerme de la situación. Intento pensar cosas como "va a ser poco tiempo" o "no te encariñes mucho de la gente" para protegerme, pero en cuanto cruzo la puerta del colegio, se me olvida todo y no me hago ni caso.

Las despedidas me dan pena por mí, pero también por los niños. Aunque algún día lo entenderán, dudo que en el momento entiendan porqué me voy y el hecho de pensar que no lo entienden me hace sentirme como si les abandonara.

Encariñarme con los compañeros y llegar a sentir que esos niños con los que en poco tiempo he compartido tanto son un poco "míos", me cuesta un disgusto cuando llega la hora de la despedida, pero merece la pena. Sólo cuando me entrego al 100% siento que recibo por su parte mucho más de lo que yo les doy.

1 comentario:

  1. A mí me sucedía algo parecido. En cada nueva sustitución me decía lo mismo: "No te encariñes, es pasajero...!. Inútil.
    Ya lo decía Jorge Drexler en su canción: "cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da. Nada es más simple, no hay otra norma: nada se pierde , todo se transforma...".
    Ten paciencia, llega un momento en que las sustituciones se alargan, ves a los chicos crecer años frente a tus ojos...
    Bienvenida, maestra.

    ResponderEliminar